Mamá con dos niños

El segundo hijo. ¿Y ahora qué?

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“Tener un hijo cambia la vida”, es lo que te dicen antes de tener al primero, y cuando vas a tener el segundo te dicen lo de “tener un hijo cambia la vida pero tener dos…” y piensas,¿esos puntos suspensivos que signifcan?. Si ya dormir es un jaleo, comer otro tanto y pasear otro tanto más. ¿Qué ocurre cuando tienes el segundo hijo?, ¿vuelves a empezar? ¿tanto se va a descontrolar la história?

“Tener un hijo cambia la vida”, es lo que te dicen antes de tener al primero, y cuando vas a tener el segundo te dicen lo de “tener un hijo cambia la vida pero tener dos…” y piensas,¿esos puntos suspensivos que signifcan?. Si ya dormir es un jaleo, comer otro tanto y pasear otro tanto más. ¿Qué ocurre cuando tienes el segundo hijo?, ¿vuelves a empezar? ¿tanto se va a descontrolar la historia?

El segundo hijo. ¿Y ahora qué? 1

Adivinar todas estas cosas al fin y al cabo acaba siendo un sin sentido. Hasta que no estás en el meollo, no sabes a ciencia cierta que es lo que vas a vivir con esa nueva situación. Aun así te puedo decir que no solo se sobrevive si no que se acaba disfrutando. Puede que  con esto no te esté descubriendo nada nuevo, ya que si miles de familias tienen mas de un hijo será por algo, y ya no te cuento sobre las familias numerosas. Sin embargo, cuando ves el segundo positivo una especie de miedo a lo desconocido te asalta. Estabas empezando a tener claro lo que era tener un hijo ( o aun no) y ahora te tienes que enfrentar a una nueva realidad.

Nosotros queríamos tener el segundo hijo, y mientras esperábamos todo era ilusión, pero fue entender que realmente  vendría cuando empecé a marearme con la idea. Durante el embarazo pensé sobre todo estas tres cosas:

–  ¿Cómo ser buena madre sin faltar a ninguno de los dos?: Con Caleb había hecho muchas cosas bien, pero también me había equivocado mucho. Cosas que por desconocimiento no había hecho, ahora las podría hacer, y aunque eso estaba bien me hacía sentir culpable.

¿Podré querer a los dos?: Quería y quiero mucho a Caleb, pero mucho mucho. ¿Cómo voy a ser capaz de querer tanto a alguien más? Todos dicen que se puede, que al final se hace, a mi me lo decían y me lo decían pero hasta que no lo viví no acabé de creermelo. Aún así no te viene mal escucharlo. No solo sabrás querer a los dos, sino que te irá saliendo naturalmente.

¿Cómo se sentirá mi hijo?: Los celos, suelen ser algo normal, pero cada uno lo lleva de manera diferente. Hay niños que desobedecen más de lo habitual otros  que se vuelven más introvertidos, hay quienes buscan llamar la atención de cualquier forma o incluso quienes tenían controlado el esfínter lo dejan de tener. No sabía en cuál sería la reacción ni como lo afrontaría. Al final poco a poco hemos ido encontrando la manera de satisfacer las necesidades del mayor, aun así sigue siendo un proceso de adaptación..

El segundo hijo. ¿Y ahora qué? 2

A todo esto os diré, que así como tenía nuevas preocupaciones, otras ya no lo eran. Cuando llegó Miriam, ya sabía que:

  • Le iba a dar el pecho, que era complicado pero no imposible, si había dificultades con paciencia acabarían resolviéndose.
  • Dormir al principio iba a ser un descontrol, así que el colecho iba a ser nuestro mejor aliado.
  • Cogerla en brazos era necesario, no un capricho de la peque, y aunque a veces me pareciese cansado, pronto pasaría y lo acabaría echando de menos.
  • Mucha gente iba a opinar, pero la ultima palabra la teníamos nosotros.

Si, en este sentido os diré, que bajo mi experiencia hay cosas que haces con mas seguridad y tranquilidad que con el primero, en cierta manera parece hasta más fácil, o eso me lo ha parecido a mi.

Lo que me ha resultado mas difícil ha sido combinar mi tiempo y cariño hacia los dos, sobre todo porque quería dar el cien por cien con cada uno de ellos y aunque cuando lo reflexiono creo que es porque las mamás en circunstancias normales queremos mucho a nuestros hijos y nos exigimos mucho más que con cualquier otra cosa. Siempre he sido un poco despistada en general, pero me permito muchos menos fallos en cuanto a mis hijos se refiere y creo que en eso nos parecemos la mayoría de las madres.

Poco nos vamos adaptando,y creo que tiene mucho que ver con el instinto materno. La culpabilidad poco a a poco se va disipando. Voy ganando confianza y veo como me esfuerzo por darles a los dos lo que necesitan. ( Si a veces hay que decirse a uno mismo que lo estás haciendo bien, sobretodo cuando eres una madre que quieres y deseas lo mejor para ellos).

Una cosa que me ayudó en este punto es conocer a otras madres que pasaban por lo mismo que yo, y que tenían en mente lo mismo, únicamente querían que sus hijos estuvieran bien. Ahí me di cuenta que la culpabilidad es un sentimiento muy común en cuanto a maternidad se refiere y a veces no tiene que ver con que ellos estén mal. Es decir,  puede que nos sintamos hiperculpables cuando en realidad el niño que tenemos en frente no tiene ninguna carencia. Para eso, solo nos necesitan a su lado, dándoles nuestro afecto, todo lo demás está bien, pero no es imprescindible.

En conclusión, cuando viene el segundo hijo, vienen algunos obstáculos o preocupaciones llámalo como quieras, pero la maternidad nos hace infinitamente más creativas, se nos multiplica el amor e incluso a veces sacamos brazos de donde no los teníamos. ¿Podrás hacerlo? Ya te digo que si, que al final el segundo hijo lo que hará será sacar lo mejor de ti.

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